Revista digital Hedone: infundir placer
Imagen del Instagram Hedone.
Luchar contra el patriarcado y la discriminación de las personas con capacidades diferentes mediante un trabajo recreativo, placentero. Definir qué es el placer. Compilar investigaciones sobre violencia de género en línea. Ser extravagante, queer y vulnerable en línea. Entrevistar a trabajadoras sexuales, coaches writers, investigadoras y artistas. Adoptar la identidad queer ante la violencia en línea. Entender la experiencia de mujeres africanas que enfrentaron varias consecuencias a raíz de la violencia de género en línea. Hablar de cómo el anonimato y la despersonalización pueden ser herramientas para poder expresarse en línea de manera más segura. Monetizar la mirada masculina como trabajador sexual. researchers and artists. Embracing queer identity in the face of online violence. Generar conciencia sobre el autocuidado digital y cómo enviar imágenes de desnudos sin correr peligro.
Esto (y más) es lo que logró Tshegofatso Senne con su primer proyecto subsidiado. Trabajó en equipo con Michel’le Donelly, Nkhensani Manabe , Rendani Nemakhavhani y Deyo Adebiyi. Hedone e-zine se proponía ser una fuente de información e inspiración en las áreas de privacidad, anonimato en línea, derechos sexuales, libertad de expresión y creación de una internet feminista en la que se acabe con la violencia de género en línea. El objetivo era que el proyecto se expandiera. Cómo trabajar para reducir el daño cuando la justicia y la liberación van de la mano de una política de sanación y placer.
“Este fue el trabajo más difícil, vital y apasionante que hice”, dice Tshegofatso. “Cada una de las personas que colaboró decía sólo cosas buenas sobre el hecho de trabajar en comunidad y poder escribir libremente acerca de sus experiencias. Este fue mi comentario favorito: “Sinceramente, fue un proceso fascinante contribuir con esta revista electrónica. Tshego insistía mucho en que se nos tratara con tanto respeto. Lo que sé es que este proyecto va a ser importante para tantas de ustedes. Es hermoso, desde dentro hacia fuera”. Me llena de gratitud que la gente se haya sentido tan contenida por el trabajo que hicimos en conjunto”.
El trabajo fue hecho específicamente para las mujeres y la comunidad queer. Se dirigió directamente a estos grupos y se les hizo saber claramente que se trataba de un espacio en el que eran bienvenidas en todos los niveles de comprensión de la violencia de género en línea. El combustible del que se alimenta es la naturaleza holística del placer, y cómo se puede infundir placer en todo lo que somos y hacemos. Educamos, empoderamos y esperamos generar avidez para dedicarse a generar sus propios viajes de placer. Fue un ejercicio de reducción del daño porque pone en cuestión la violencia que muchas de nosotras enfrentamos en línea cuando simplemente expresamos nuestro placer, o creamos espacios de energía erótica y afirmamos que podemos ocupar el espacio con estas expresiones.
La investigación realizada por el equipo contó con 81 respuestas de individuos de Sudáfrica, Gambia, Zambia, Kenya, Zimbabwe, Pakistan, Senegal, Nigeria, Egipto, Sudán, Estados Unidos, Namibia, Taiwan e India. El equipo de Hedone organizó sesiones de Zoom para continuar la conversación, fomentando intencionalmente el sentido de comunidad para que las minorías sexuales puedan luchar contra cualquier tipo de violencia que hayan experimentado y en cambio compartan su historia con su propia voz.
“Creemos que la narración de historias es una manera de desafiar las normas, los valores y las estructuras de poder,” dice Michel’le Donelly.
Muchas de las personas encuestadas compartieron experiencias de acoso, discriminación, amenazas, distribución maliciosa de fotos, hostigamiento y espionaje. Ante la pregunta de qué hicieron ante esas amenazas, la mayoría dijo que presentaron denuncias, o bloquearon su cuenta. Algunas personas lo ignoraron, mientras otras compartieron imágenes de pantalla de la violencia por a la que se vieron enfrentadas. Un individuo cambió su identificación en las redes sociales y quedó fuera de línea durante meses. Una vez que se inició la conversación sobre la intersección entre su disfrute y la violencia experimentada, sólo 8 individuos dijeron sentirse lo bastante seguros como para expresar su placer sexual en línea, y la mayoría dijo que sin duda habían modificado sus conductas para sentirse más seguros.
El objetivo de este proyecto fue crear y ofrecer un espacio en el que, como mujeres y personas queer, podamos aprender y hablar honesta y abiertamente sobre los efectos de la violencia de género en línea en nuestras experiencias vividas. Esto es se relaciona directamente con la forma en que interactuamos con el placer. Se trata de un ejercicio para luchar contra la violencia de género en línea, creando un espacio seguro en el que se minimizan sus efectos. El proyecto se propone entender y crear una internet feminista que garantice un ecosistema digital saludable y no violento contra nosotras. Queremos contribuir al cambio en forma positiva, creando un espacio desafiante, donde podamos manifestar a viva voz nuestro derecho a expresarnos holísticamente.
“Compilamos este proyecto como agregado de una conversación que se viene dando a nivel global, destacando las violaciones reales que las mujeres, femmes y personas queer enfrentan por el simple hecho de estar en línea”, dice Tshefofatso. “Lo hicimos como forma de entender el impacto interseccional de la violencia de género en línea, cuestionando cuántos de esos individuos se ven enfrentados a múltiples formas de violencia y tienen que recurrir a la autocensura y a limitar su movilidad en línea como manera de protegerse. La mayoría de las personas que colaboraron con la revista digital dijeron específicamente que no habrían podido imaginar que se les pagara por hacer este tipo de trabajo que disfrutan, que les permite una introspección acerca de sus experiencias y sentirse cuidadas mientras lo hacen”.
Si bien Tshegofatso sólo se había propuesto compilar una revista digital, el proyecto empezó a crecer cuando empezó a compartir en la página de Instagram del proyecto y publicó un llamado a enviar contribuciones para la revista digital. El producto final incluye un mini documental producido por Amanda Mimie Tayte-Tait, fotografías de Siphumeze Khundayi, Lindi Raseko y Lauren Brits, filtros de kyle malanda y entrevistas de otras personas que recibieron fondos de Dominemos la tecnología.
Imagen a través de los filtros de kyle malanda, disponible en Hedone.
La base del trabajo está dentro de la praxis feminista. Sus raíces se encuentran en la obra de Audre Lorde, ‘Erotic as Power’, (Lo erótico como poder) , ‘Pleasure Activism’ de Adrienne Maree Brown, ‘Black Sexual Politics’ de Patricia Hill Collin, y la obra de las feministas africanas Stella Nyanzi, Zethu Matebeni, Bibi Bakare-Yusuf, Rebecca Magorokosho, Nkiru Nzegwu y Chimaraoke O. Izugbara, entre otras.
Esta obra cree en la víctima primero, centra la experiencia de las mujeres, las personas queer y las trabajadoras sexuales primero y desafía las normas que nos discriminan desde hace siglos. Utiliza la praxis feminista interseccional y sexo positiva como instrumento para el activismo, la toma de conciencia y el cambio. Utiliza el activismo feminista en línea como herramienta para el empoderamiento, la expresión y el cambio social, económico y político.
La comunidad con la que trabajó Tshegofatso para este proyecto incluye a mujeres y personas queer que se vieron enfrentadas a situaciones de violencia de género en línea. El objetivo era reunir a quienes trabajan en el ámbito del placer y quienes no tienen acceso a expresarlo libremente, sobre todo en línea. Se trató de traer a las personas marginadas al centro de las conversaciones sobre violencia de género en línea, cerrando la brecha entre quienes rara vez tienen la oportunidad de compartir sus experiencias de placer y cuál fue el impacto de la violencia de género en línea.
Si bien este proyecto se diseñó e implementó durante la COVID-19 y mientras Sudáfrica y otros países atravesaban diversos grados de confinamiento, el objetivo a largo plazo es lograr que exista más trabajo de este tipo fuera de línea. Tshegofatso espera que ello ayude al público de Hedone a participar en persona, aprender e involucrarse para generar conciencia sobre el placer e intercambiar recursos.
En cuanto a la experiencia que implicó el desarrollo de este trabajo, Tshegofatso declaró:
“Todo este proyecto fue un proceso de aprendizaje para mí y para la gente con la que trabajé en él. Este fue el primer subsidio que recibí como individuo y me siento orgullosa de haber podido usar estos fondos para permitirle a otros/as contar su historia y compartir experiencias que no habían podido compartir antes. Me enorgullece increíblemente haber creado nuestra propia pequeña comunidad, con más de 400 seguidoras en Twitter e Instagram, en apenas 5 semanas. Lo mejor fue ver cuántas personas estaban deseando encontrar un trabajo como este, que nos permite pensar acerca del placer más allá de lo estrictamente sexual y también hablar en voz alta sobre la batalla que tenemos que librar con espacios que son violentos cuando buscamos comunidad. La coordinación y compilación de contenidos para este proyecto fueron una experiencia increíble, desde la recepción de contribuciones impresionantes, hasta las sesiones sinceras y lúcidas de zoom, pasando por fabulosos gráficos e ilustraciones que recibimos. Estoy profundamente agradecida con todas las personas que participaron en el proyecto, Nkhensani Manabe, Rendani Nemakhavhani, Michel’le Donelly, Joyline Maenzanise, Makgosi Letimile, kyle malanda, Amanda Mimie Tayte-Tait, Astrid Radermacher, Khensani Mohlatlole, Deyo Adebiyi, Tiffany Mugo, Lindi Rasekoala, Indu Harikumar, Gorata Chengeta, Neema Iyer, Nana Darkoa Sekyiamah, Chido Muparutsa, Leah Jasmine Reed y Siphumeze Khundayi.”
Este blog forma parte de una serie que presenta a las subvencionadas de All Women Count - ¡Dominemos la tecnología! de 2020.
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